No importa si eres solamente amateur, aficionado de nivel medio o si le cogiste manía al Tourmalet el verano del 91 porque Perico Delgado se descolgó al poco de comenzar la ascensión tras un ataque de Lemond. Lo único que importa es si tienes una bici y quieres tomarte esta nueva temporada un poco más en serio que las otras. Porque simplemente te gusta o porque quieres ganarle a tu cuñado en la cicloturista de tu pueblo. 

Sea cual fuere el objetivo hoy en Entrenabike, destacaremos una serie de puntos que deberemos tener en cuenta a la hora de afrontar esta nueva temporada. 

¿CUÁL ES MI OBJETIVO? 

Parece una tontería ¿verdad? Pues no elegir bien el objetivo puede ocasionarnos más inconvenientes de los que imaginamos. Bien en forma de lesión, estrés o incluso desmotivarnos a media temporada. Ser conscientes de nuestras limitaciones y realistas en el momento de poner el listón va a ser muy importante, no solo por alcanzar lo deseado sino por disfrutar haciéndolo. 

Un ejemplo es que si tu cuñado es 7 años más joven que tú, entrena 6 días a la semana y tú no, es evidente que deberás enfocar tus objetivos de otra forma. 

Por ello, hay que echar mano del autoconocimiento, experiencia y decidir hacia dónde queremos movernos este año; salidas globeras con los amigos, marchas de 70km, de 120km o incluso la Quebrantahuesos ¿por qué no? Todo dependerá de cuánto estés acostumbrado a sufrir encima de una bicicleta y cuán sincero hayas sido contigo mismo al elegir tu objetivo. 

Dicho esto y una vez marcadas las pruebas en las que queremos participar en nuestro calendario, toca ponerse a trabajar. 

¿POR DÓNDE EMPEZAR?

Es lógico que la respuesta a esta pregunta dependerá del carácter de nuestras pruebas. Pero si en algo coincidimos es que las pretemporadas son para hacer una buena cantidad de volumen a una intensidad baja o moderada, además de un periodo de musculación. Sí, musculación también. 

¿POR QUÉ MUSCULACIÓN? 

Tras un tiempo parados es muy seguro que hayamos perdido fuerza. Pero no nos alarmemos, si bien esta cualidad es de las que más rápidamente perdemos, es a su vez de las que más rápido podemos recuperar si sabemos cómo. Por tanto, debemos ir al gimnasio o realizar algunos ejercicios en casa un par de días a la semana. No te preocupes, no te vas a convertir en culturista por un poco de pesas que levantes en este ciclo ni tu rendimiento encima de la bici ha de verse mermado por ello, sino todo lo contrario. 

Además, una de las ventajas de trabajar la fuerza en el gimnasio va directamente relacionada con el metabolismo basal. Es decir, activaremos nuestro metabolismo y quemaremos más calorías cuando estemos en reposo. 

Así, será buena idea dedicar un par de días a la semana a trabajar en el gimnasio. Aunque en otro artículo explicaremos cómo deberemos hacerlo de forma detallada (ejercicios, número de series, repeticiones, cargas, etc) hoy daremos unas pautas generales:

¿CÓMO PROGRAMAR MI TEMPORADA 

A no ser que nos paguen por ello, el hecho de jugar a ser ciclistas puede salirnos bastante caro tanto a nivel físico como psicológico si no tenemos una ligera idea sobre programación o en su defecto, acudimos a un entrenador. Así que una buena recomendación puede ser el no hacernos planes muy a largo plazo, ya que dependerá del ritmo de vida que lleve cada uno el poder cumplirlos todos. Por el contrario, sí que deberemos ser un poco más comprometidos con nuestra programación y rutina a plazo más corto. 

En lo que a planificación a largo plazo se refiere hay que distinguir tres grandes periodos diferentes, en los que si bien trabajaremos de forma distinta estarán íntimamente relacionados entre si. En cualquier caso y como ya hemos dicho anteriormente detallaremos dichas estrategias con más calma en futuros artículos.

Estos tres periodos son:

• Periodo preparatorio 
• Periodo competitivo 
• Periodo de transición 

Puesto que aún estamos en pretemporada, nos encontramos en un periodo preparatorio y de acondicionamiento general (corto plazo). Aquí daremos preferencia al volumen frente a la intensidad para luego, ir aumentando estás variables de forma paulatina según vayamos avanzando. 

Como recomendación general para afrontar este periodo de preparación, debemos sumar un número de horas y kilómetros considerable a una intensidad que no debe superar en ningún momento el 75% de nuestra FCmáx y priorizar como hemos dicho el volumen frente a la intensidad. 

De esta manera trabajaremos en una zona en la que nuestro organismo tratará de volverse más eficiente en cuanto a quema de grasas se refiere. Priorizando así el consumo de lípidos como combustible principal con el consecuente ahorro de glucógeno que ello conlleva. Glucógeno que más adelante nos hará falta. Además de otras muchas ventajas que explicaremos también más adelante en otro artículo. 

Aprovechamos para recordar que lo que se detalla aquí son conceptos generales y de carácter orientativo. Dependerá de nosotros aplicar el principio de individualización de forma honesta, puesto que cada uno es diferente y reacciona de forma distinta a los estímulos.

Si tu cuñado fue profesional cuando tenía 21 años y ahora tiene un trabajo a tiempo parcial que le permite entrenar 6 días a la semana, es evidente que su fase de acondicionamiento general no será la misma que la tuya. 

¿Y YA ESTÁ?

Desde luego, esto no es lo único que necesitas saber, pero de momento para empezar la semana ya tienes algo de trabajo por delante. Elige bien tus objetivos, vuelve al gimnasio y sal a rodar largo, tendido y suave para ir cogiendo con ganas esta nueva temporada.