¿Futuro o simplemente un intento de innovación? Esta interesante pregunta es una de las cuestiones más comentadas por el ciclista popular. Y es que es realmente curioso, como el sistema de frenado por disco no haya llegado aún de forma óptima al ciclismo de carretera estando en la mayoría de bicicletas de montaña. 

Actualmente, ya encontramos serios prototipos en marcas como Canyon y la italiana Colnago sobre este mecanismo y solo es cuestión de tiempo que las demás marcas empiecen a innovar respecto al frenado de disco hidráulico a través de una - ya presente aunque tímida - comercialización.

A través de nuestra bibliografía y webgrafía, no hemos encontrado resultados científicos que comprueben fuertes beneficios respecto al sistema de frenado actual.  Aunque cabe subrayar que esto fue cuando se comenzó a probar,  el binomio horquilla-frenos de disco en carretera hacía que ocurrieran deformaciones e incluso roturas debido - entre  otros - a la elasticidad de la horquilla en plena frenada, haciendo que la propia bicicleta provocara un viraje, comprometiendo así la seguridad y el control del ciclista.

Y es que el centro de gravedad también es un aspecto fundamental en relación al rechazo por los frenos de disco en bicicletas de carretera debido a que el punto de contacto de la rueda delantera en estas bicicletas están mucho más alejadas que las medidas en bicicletas de montaña debido al menor triángulo delantero, y por tanto, la frenada y su rendimiento debe de ser reducido si no se desea que se salga por encima del manillar.

Y es que la frenada es una de las claves para comprender la firme diferencia entre la bicicleta de montaña y carretera, teniendo en cuenta que el diámetro del brazo de la horquilla en mtb es mucho mayor que en carretera y por tanto, puede generar tal calor que puede ser transportado desde el caliper a la horquilla poniendo en peligro estas horquillas de carbono si esta temperatura superan los 150 grados suponiendo grandes riesgos.

Como por ejemplo, una de las mayores ventajas que tiene el frenado de disco es la gran potencia de frenado que posee, cuestión que en montaña es realmente útil y beneficioso pero en carretera no llega a ser realmente importante debido a que apenas se requiere tanta potencia de frenado.   

Está claro que la importancia del marketing en este sentido, es un factor clave. Y es ahí, uno de los puntos más débiles - de momento - del sistema de frenado de disco, ya que las prestaciones dadas no lo son muy óptimas de cara al ciclismo profesional. ¿Por qué? Muy sencillo, debido al factor mecánico que conlleva cambiar de rueda, la cual se dedica mucho más tiempo y sus ajdrustes. Además, aunque solo será cuestión de tiempo, el peso también es un inconveniente clave para su utilización.

Pero también tiene varios puntos fuertes, que pueden llevar a considerar la opción de ir involucrando poco a poco este sistema en el pelotón popular. Uno de ellos, es que a través de los frenos de disco hidráulicos se sostiene mayor seguridad en carreteras mojadas o altas velocidades (situaciones de descensos). Y el  nulo desgaste de las llantas es otro punto a favor.

Y es que en los largos descensos, el terreno más propicio para que los frenos de disco le ganen la batalla al sistema de zapata, debido a que el calor generado por los propios frenos que están a pleno rendimiento, conlleva a reducir su efectividad y por tanto, fiabilidad.

Y es que debemos de tener presente una actual innovación: el freno de disco de forma hidráulica, donde diseños como el proyecto 6.8 - iniciado en 2006 - de Canyon que contienen en la propia maneta de cambio el depósito de líquido hidráulico. Y el peso, que anteriormente había sido un principal lastre, empieza a mejorar constantemente a través de la innovación en las marcas anteriormente mencionadas, siendo el proyecto de Canyon inferior al límite de la UCI, teniendo la bicicleta un peso menor de 6.8kg 

En cuanto a los problemas generados en la horquilla, van encontrando diversas soluciones. Una de ellas, es modificar el diámetro de los discos, siendo ahora entre 120 y 125m, reduciendo las fuerzas de frenada a la mitad en la propia horquilla y por tanto, deforma mucho menos sin llegar a comprometer la seguridad y estabilidad del ciclista en carretera. 

Y teniendo en cuenta que se reduce la fuerza de frenada a la mitad, también lógicamente el calor generado es menor, y de esta manera pudiendo ser disipada en cada brazo de la horquilla sin que exista ningún riesgo de alterar el material.

Como hemos comentado, el líquido hidráulico - en este caso, del prototipo de Canyon - se encuentra en las manetas pero no tienen porque desmontarse ya que se encuentran en una tapa en la parte superior de la maneta.