Vivimos en una sociedad que cada vez se conciencia más sobre los hábitos y estilo de vida saludables y los números en cuanto a inscripciones de pruebas populares se refiere, han aumentado considerablemente en los últimos años siendo orgullosamente, bastante homogéneo.

Cuando practicamos algún deporte que requiera de ejercicio físico intenso, si no calentamos o no estamos preparados para ello, puede acarrear consecuencias negativas. Todo ejercicio es bueno, pero hay algunos más peligrosos que otros, sobre todo, aquellos que afectan al ritmo cardíaco o sistema cardiovascular. 

Así como, el triatlón, el ciclismo, el remo y el boxeo son los deportes con mayor riesgo cardiovascular, según la Fundación Española del Corazón.

Y según Araceli Boraita, cardióloga en el Centro de Medicina del Deporte del Centro Superior de Deportes, "Los deportes con mayor riesgo cardiovascular son aquellos que, durante el entrenamiento y, sobre todo, durante la competición, requieren más del 70% del consumo máximo de oxígeno del individuo". Es decir, todo aquel deporte que no requiera un esfuerzo físico excesivo no supondrá problema alguno. 

Pero, lógicamente "Todos los deportes son buenos, no es que haya un deporte malo", asegura Boraita. "Los efectos beneficiosos o el riesgo están en función del volumen y la intensidad a la que uno los practique". "El organismo ha balanceado durante esos años de ejercicio el tono simpático y parasimpático del sistema nervioso, sin embargo, si de repente un deportista deja de hacer ejercicio, el balance queda descompensado y estas personas pueden padecer arritmias".

Por tanto, desde nuestro punto de vista y como consejo final, antes de comenzar a practicar un deporte que requiera excesiva capacidad física, debemos someternos primero a una prueba de esfuerzo para despúes, comenzar con un buen plan de entrenamiento, a su vez que mejorar nuestra condición física para desarrollarlo y, sobre todo, tener constancia e ir en búsqueda de continuas metas y objetivos.